Invitadooh: Marlene Molero Suárez, CEO & Cofundadora de ELSA

- La campaña de este año aborda frases que suelen normalizar o minimizar el acoso. ¿Cómo contribuye ELSA a desmontar estas creencias y promover conversaciones más conscientes dentro de las organizaciones?
Cuando evaluamos algunos eventos o comportamientos de forma aislada podemos pensar que no es para tanto, que es solo una broma, o que se está exagerando. Ese enfoque nos hace perder de vista que en la mayoría de los casos las situaciones de acoso u hostigamiento sexual se conforman de una secuencia de eventos que tienden cada vez a ser más frecuentes y constantes. En buena cuenta, de un proceso. Entonces no es sólo una broma, sino que esa broma suele ser parte de una secuencia de comportamientos o acciones que van generando ambientes de trabajo hostiles o humillantes. La data que recogemos con ELSA nos ayuda a mostrar justamente esto, que rara vez se trata de eventos aislados, sino de un conjunto de acciones que pasan a nuestro alrededor y que no nos damos cuenta o minimizamos.
- Un elemento central de esta campaña es recordar que “también es tu problema”. ¿Cómo pueden las personas, más allá de los equipos de Recursos Humanos, asumir un rol activo en la prevención del acoso laboral?
Solemos pensar que el acoso es un problema que involucra sólo a dos personas. Quien lo hace y la persona que es víctima. La realidad es que la mayoría de nosotros, sino todos, somos parte de un sistema y ambiente que lo permite. Lo cierto es que el acoso pasa a nuestro alrededor todo el tiempo y no nos damos cuenta o lo relativizamos. Recursos Humanos tiene el encargo de hacer los protocolos y dirigir las capacitaciones, pero el implementar lo que ahí se dice en el día involucra el rol adicional de quienes tienen equipos a cargo y que idealmente deberían reforzar y transmitir con seriedad el mensaje de tolerancia cero. Si esto no se hace los esfuerzos desplegados no tienen efecto.
- Desde la experiencia de ELSA, ¿Qué diferencias marcan aquellas empresas que deciden ir más allá del cumplimiento legal y apuestan por crear espacios verdaderamente seguros para su personal?
Estas empresas suelen enfocarse en el impacto de sus esfuerzos y acciones, más que en solo hacer un check de compliancia. En consecuencia, no se van a ocupar solo de tener una política, sino de que el personal la conozca. No se van a ocupar solo de dar una capacitación sino de verificar que las ideas clave se hayan comprendido. Lo que estas empresas suelen comunicar es un tema de compromisos y valores como respaldo de sus iniciativas, más que el interés de evitar una multa de la Sunafil. Como consecuencia, la incidencia de acoso en estas organizaciones es mucho menor, y llega incluso a ser de un solo dígito. Asimismo, tienen niveles más altos de confianza del personal y reducen costos asociados al acoso, entre los que destaca el ausentismo laboral.
- Para ELSA, ¿Qué significa utilizar la vía pública como un espacio de sensibilización, especialmente a través de mensajes que confrontan frases cotidianas? ¿Qué esperan que genere en quienes transitan por la ciudad?
Ocupar la vía pública para transmitir este tipo de mensajes es poner el tema donde debe estar, en el ojo público. El acoso sexual es algo que les pasa principalmente a las mujeres en distintos ámbitos de sus vidas. En la calle, en el transporte público, en donde estudian y también donde trabajan. Está normalizado también en todos estos espacios. Está normalizado con frases como las que se han empleado. Esas no son frases inventadas, sino que son las que escuchamos con demasiada frecuencia. Esperamos que interpelen, que se queden rondando en la cabeza, que vuelvan a la mente cuando estemos a punto de repetirlas.









